Dejas
correr libre y sin sentido vuestras lenguas,
Posando en ella la mentira como si os diese vida.
Cerras
los ojos a la realidad.
Deslizando como serpientes en el
desierto.
Buscando una presa a quien introducir vuestro veneno.
Inmunes
ante el daño que estáis causando,
Terminas con uno y comenzáis con otro.
Todo se vale,….Pero llegará el día en que recogeréis lo que sembraste
Serán las lenguas que alimentaste a las que suplicaras.
Serán sus mentiras las que os abrirán los ojos.
Pues será entonces cuando sintáis en vuestras propias carnes.
¡No
llores ¡vuestras lagrimas son iguales que las mías,
Entiendes ahora el dolor como el arrepentimiento
Yo os perdono, pues mi corazón es grande
He ahí la diferencia.