¡ Dime tú, vendedor de mil sueños e ilusiones !
Tienes entre tus cosas un amor dulce y bello
que me haga sentir amada y que deje un destello
en éstos mis ojos y me llene de emociones.
No ves que tengo el alma triste falto de amor
que mi vida está vacía de ese resplandor,
véndeme un rayo de luna, un kilo de esperanza
una oración que me llene, un canto en lontananza.
¡ Tú, que vendes ilusiones, dàme un dulce sueño !
Quiero saber que existe ése a quien llamo mi dueño,
aquél que entre mis versos camina sigiloso
y entre sus brazos feliz en mis noches reposo.
Si entre tus bolsas llevas un poco de dulzura,
un trozo de esperanza y aquélla magia pura
véndeme una porción para esparcirla a mi brisa
que yo esperaré el resultado dulce y sin prisa.
Yo he tenido un gran amor, le entregué mi cariño,
le adoré sin condiciones como al más dulce niño,
pero se marchó dejàndome sin ilusiones
con el alma triste y vacía... sin emociones.
¡ Señor, vendedor de ilusiones, dáme un corazón
para amarle y adorarle con dulce ilusiòn !