Rajoy: “Hay que acabar con el Estado Islámico todos juntos”
La yihad sexual
La yihad sexual o la guerra santa del sexo para la mujer ha permitido aprobar tres leyes que consienten a una esposa tener relaciones sexuales fuera del matrimonio con varios combatientes islamistas, tener relaciones sexuales con sus hermanas de sangre o "el matrimonio para un coito".
Cada vez son más las mujeres que caen en las redes del Estado Islámico o Daesh, término utilizado por los gobiernos occidentales para deslegitimizar las aspiraciones políticas de la organización criminal. La preocupación por parte de las fuerzas de seguridad españolas aumenta cuando se trata de adolescentes en ciudades como Ceuta, donde el islamismo radical ha encontrado una fuente inagotable de captación.
La yihad sexual no es otra cosa que el nuevo sistema de captación,
radicalización y envío de mujeres de cualquier punto del planeta al servicio de los yihadistas
en lugares como Siria. Un peligro del que advierten ya los grupos
de operaciones antiterroristas de nuestro país.
Fue el clérigo musulmán Muhammad Al-Arifi el que recientemente
dio una cobertura ideológica explícita a esta brutal utilización de la mujer. Lo hizo en una fatwa, parte de la ley islámica emitida por un especialista sobre una cuestión específica.
La llamó “Yihad Al Nikah” o la “guerra santa del sexo para la mujer”.
En ella, Al-Arifi permite a una esposa tener relaciones sexuales fuera del matrimonio
con varios combatientes islamistas.
Es la nueva arma de propaganda del radicalismo islámico.
Busca fundamentalmente mujeres atractivas, de todas las nacionalidades,
que estén dispuestas abandonar a sus familias, sus trabajos y sus vidas para unirse al Daesh.
Cuál es el perfil?
Mujeres jóvenes, de belleza incuestionable, criadas en occidente,
con
estudios pero sin expectativas laborales.
Este es el perfil de la mujer que busca el ISIS para introducir en sus filas.
“Para estas jóvenes, unirse a la yihad tiene una connotación romántica.
Entregan su vida a una causa. Para ellas es la culminación del Islam
y quieren estar allí y vivirlo en primera persona“, asegura un agente de información a Okdiario.
Muchas de ellas se “enamoran” de “guerreros” llegando incluso a contraer matrimonio.
Según fuentes de la Guardia Civil “estamos asistiendo a matrimonios a
través de las redes sociales, a través de Internet,
ni siquiera de una manera física”.
Y añade que “estas mujeres se desplazan hasta
Siria pensando que lo que les espera es una vida de cuento
y nada más lejos de la realidad”.
¿Cuál es la finalidad?
El interés por la captación de mujeres jóvenes se explica en cuatro puntos:
Desahogo sexual
Las mujeres destinadas a este terrible fin se convierten en
esclavas sexuales al servicio de los señores de la guerra.
Deben estar dispuestas las 24 horas del día a mantener relaciones
sexuales
con cualquier integrante del grupo terrorista que se lo ordene.
Desgarradoras son las historias de las que han podido escapar, obligadas
a mantener relaciones sexuales más de 10 veces al día, violadas de manera sistemática.
Informaciones de Inteligencia apuntan a que ya
existen centro especializados
para tratar a aquellas mujeres que logran
huir, ya que son muchas
las que no encuentran otra salida que el
suicidio tras la dramática
experiencia de haber sido auténticas esclavas sexuales al servicio de un
fanatismo religioso de esta magnitud.
https://youtu.be/_TjJZpX7iLg
Existen otras fatwas de otros líderes religiosos que van aún más lejos y
permiten a los guerrilleros mantener relaciones sexuales con sus propias hermanas
en el caso de que no haya otras mujeres disponibles.
El documento o fatwa más terrible es el matrimonio para un coito.
En el Islam está prohibido mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio,
de manera que, para legalizar violaciones o permitir secuestrar a
infieles para utilizarlas como desahogo sexual de combatientes se crea esta nueva norma.
Futuras madres
Su misión no es otra que la de dar descendencia rápida a los miembros de Daesh.
Nuevos guerreros que serán educados bajo las ideas y preceptos del islamismo más radical.
El objetivo son mujeres en edad de procrear o, en su defecto,
madres con hijos pequeños a los que poder criar como futuros soldados.
Según la Guardia Civil “los niños juegan un papel fundamental”.
“Tienen un poder de propaganda importantísimo,
pueden potenciar muchísimo el mensaje de propaganda
mediática que tanto utiliza la Daesh”, añaden.
Según la Guardia Civil “los niños juegan un papel fundamental”.
“Tienen un poder de propaganda importantísimo,
pueden potenciar muchísimo el mensaje de propaganda mediática
que tanto utiliza la Daesh”, añaden.
https://youtu.be/4cYe_Q0EDBc
Mano de obra cualificada
En este punto, dos son las profesiones más demandadas por los islamistas radicales:
enfermeras y docentes.
La educación es fundamental para una organización terrorista como
Daesh.
La creación de una nueva generación que se forme bajo los mismos
principios
y preceptos que los padres y fundadores de Daesh
es la base
de su estructura de estado,
de ahí la importancia de captar mujeres con experiencia en esta materia.
La enfermería es también fundamental para una cultura en la que
está mal
visto que sea un hombre el que haga los trabajos
destinados a una
profesional como ésta y en la que es absolutamente
necesario atender a posibles víctimas heridas en un ataque.
Captadoras
Mujeres especialmente persuasivas que se encargan de localizar y convencer a nuevas jóvenes para que se sumen a la yihad islámica. Su misión es el reclutamiento.
El método más extendido hoy por hoy es el de los grupos de whatsapp. En ellos agregan a un buen número de jóvenes, a las que han localizado anteriormente a través de las redes sociales, fundamentalmente Facebook. Conocen sus gustos, sus aficiones y su entorno. De esta manera, entran en sus vidas. Si les gusta la cocina, crean un chat de cocina, si les gusta la pintura, lo mismo… Poco a poco se convierten en las personas de confianza de adolescentes que, en su mayoría, tienen problemas para relacionarse con niñas de su edad.
Una vez reclutadas, sus captoras se encargan de hacer cumplir
en su
totalidad los preceptos e ideales de la mujer islámica y,
en caso de no
cumplirlos, serán ellas las que informen a los
yihadistas para que les apliquen el castigo correspondiente.
Adolescentes, niñas grandes que en un momento de sus vidas
tropiezan
con la persona equivocada.
Niñas que siguen soñando con el príncipe azul
y que un buen
día creen reconocerlo con las ropas de la yihad.
Niñas que irremediablemente perderán su inocencia
y quién sabe si algo más.
Ellas son las otras víctimas del terrorismo islámico.
La enfermería es también fundamental para una cultura en la que está mal visto que sea un hombre el que haga los trabajos destinados a una profesional como ésta y en la que es absolutamente necesario atender a posibles víctimas heridas en un ataque.