Te fuiste apurada.
Te olvidaste en tu partida de llevarte tantas cosas.
Me dejaste, por ejemplo, el sonido de tu voz en mi memoria.
Me dejaste nuestros sueños, con un par de planes a futuro.
Me dejaste las palabras, con las que me haces recordarte.
Me dejaste tu rostro, como una pancarta del recuerdo. Me dejaste ilusiones, aquellas
que plantaste, regaste, para luego abandonar.
Me dejaste tus sonrisas, tan libradas al azar, con unos cuantos silencios
incómodos.
Te fuiste apurada mi abuela mi madre.
Apresurada por irte, te olvidarte tu aroma en la almohada, tu forma de caminar.
Te olvidaste en el espejo, tu imagen clavada. La imagen de tu pelo enmarañado,
imposible de peinar.
Te olvidaste de tus gestos, de tus miradas.
Te olvidaste de acordarte.
¿Cuántas promesas me diste? ¿Cuántas me quisiste cumplir?
Te fuiste apurada,.
Te olvidaste de acordarte, que dijiste que no te irías.
Todo, por irte apurada, a los brazos de nuestro padre que está en los cielos.