Cuando te encuentre, te poseeré.
...ese dia, o a más tardar al siguiente, te llevaré a la cama.
Sin pedirte permiso me acercaré,
tocaré todo tu cuerpo y te poseeré.
Te dejaré con una enorme sensación de cansancio
y, ya sin fuerzas, sentirás inaguantables deseos de abandonarte.
Lentamente erizaré tu piel
y te haré transpirar profundamente.
TE HARÉ GEMIR Y HASTA LLORAR.
Te dejaré sin aliento, sin aire
y sentirás en tu cabeza fuertes pulsaciones.
Mientras esté contigo,
¡no te sentirás capaz de dejar la cama!
Y cuando yo termine, me iré sin despedirme,
con la convicción de que un día ¡¡volveré!!
“Yo, la gripe”